Cuando niños y niñas tienen entre dos y cuatro años de edad es común escuchar de los padres, ¿porqué mi hijo está pegando, que esta pasando? En este periodo de vida para los niños es muy difícil aceptar y tolerar la frustración, ellos no toleran que las cosas no sean como desean. Además a esta edad aún no existe un manejo adecuado del lenguaje como una herramienta fundamental de comunicación como en los adultos. La mayoría de los papás nos comentan: “ya lo pellizcaron en el preescolar”, “no quería prestar la muñeca y mordió a la otra niña”, etc. Los niños en esta edad actúan en lugar de hablar, se enojan, se frustran y entonces pegan, muerden, pellizcan, gritan, etc. Por lo que la principal estrategia es ayudar a los niños a utilizar el lenguaje para comunicar lo que les frustra o incomoda.
¿Como manejarlo?
1. Antes que alguna otra cosa necesitamos mantener la calma, darnos cuenta que en esta edad es una situación normal.
2. El segundo paso es ayudar a nuestro hijo a poner en palabras lo que le está sucediendo. Podemos preguntarle ¿que es lo que paso?
3. En otros momentos nos tocará a nosotros poner las palabras y mostrarle que entendemos como se está sintiendo, “parece que estas enojado ¿verdad?”,
4. Indicarle que estar enojado es un sentimiento completamente normal. “Yo también a veces me enojo cuando algo no me gusta”
5. Ayudarlo a encontrar otras maneras de reaccionar, “cuando no te guste dime no quiero”.
Lo que esperamos es que después de los 4 años de edad el pegar sea sustituido por el lenguaje como estrategia para comunicar el enojo. Es importante estar atentos si la agresividad se mantiene por más tiempo, y si es así valdría la pena consultar a un profesional para recibir orientación y que nos pueda aclarar que está sucediendo