Un problema que llega a presentarse eventualmente en la vida de las niñas y los niños es que después de haber logrado controlar las emisiones de orina nocturna eventualmente vuelven a tener accidentes de este tipo desconcertando a las madres y padres de familia que pueden reaccionar de manera inapropiada ante el evento logrando con ello perpetuarlo en lugar de ayudar a sus niños a superarlo.
Lo esperado en los niños y las niñas logren el entrenamiento de dejar el pañal entre los 2 y los 3 años de edad pues es el momento en que por proceso de maduración, es posible el control del esfínter vesical y la consolidación de este logro se considera hasta los 5 años aproximadamente. Por lo que accidentes pueden presentarse eventualmente y no necesariamente considerarse un problema, cabe mencionar que partimos del supuesto que ya lo logró y que estamos hablando de excepciones, pues en caso contrario será necesaria la evaluación de un pediatra para descartar problemas a nivel físico o incluso neurológico. Sin embargo cuando existen situaciones donde niñas y niños que ya habían logrado el control del esfínter y son mayores de 5 años inician con problemas de incontinencia y se presenta al menos 2 veces por semana en un periodo de 3 meses estamos hablando ya de un problema que se conoce como Enuresis Secundaria.
Ante todo debemos entender que estas situaciones pueden estar vinculadas a situaciones de estrés en los niños y que pueden ser indicadores de un problema emocional; que no son voluntarios en el sentido de que el menor lo haga a propósito o con la finalidad de molestar a sus padres y que implican un peso para el mismo niño por el simple hecho de presentarlo. Dificultades en la familia, divorcios, pérdidas de seres queridos (por muerte o distanciamiento), problemas económicos, mudanzas, cambios en la escuela, la llegada de un nuevo hermano, abuso sexual, maltrato infantil, violencia en la familia; son ejemplos de disparadores de estrés en los niños que manifiestan su ansiedad a través de accidentes urinarios.Reaccionar con violencia, golpes o insultos puede empeorar el problema en lugar de solucionarlo.En todo caso lo más importante es identificar que se trata de un problema que necesita atención adecuada, específicamente la evaluación de una psicóloga de niños.
Los eventos de enuresis secundaria suelen ser frecuentemente durante la noche, los niños refieren “no sentir” , “quedarse dormidos” o incluso “soñar que se hacen” y darse cuenta que efectivamente se han mojado. Pero también pueden ser durante el día, ante situaciones que lo estresan o preocupan. Es importante tener en cuenta lo siguiente para evitar reaccionar de manera inadecuada.
-Trate de contener sus reacciones iniciales de enojo y llame a los eventos “accidentes”
-No regañe, insulte o exponga al menor las burlas de la familia.
-Evite utilizar pañales. En muchas ocasiones se busca proteger la ropa o los colchones del olor de la orina, pero esta medida puede generar que los niños regresen a una etapa anterior de desarrollo o se sientan sumamente humillados ante la medida.
-Aunque existan antecedentes familiares de haber pasado por una situación similar, evite normalizar la conducta “a su papá le pasó hasta los 10 años es normal” . Si bien es importante no maltratar o señalar a los niños por esta causa, debe de quedarnos claro que no es una conducta "normal", que esta situación enmascara un problema casi siempre emocional por el que está atravesando nuestro hijo (a). En todo caso lo adecuado es buscar ayuda de una psicóloga infantil.
-Busque ayuda.